En el año 1973, en un contexto de guerra fría, en la Habana (Cuba) durante una conferencia de prensa con periodistas,  el periodista inglés Brian Davis[1] preguntó al presidente Fidel Castro:“¿Cuándo cree usted que se podrán restablecer las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, dos países tan lejanos a pesar de la cercanía geográfica?”[2]. Con la mirada fijada en el periodista y con un tono de voz alto, Fidel Castro contestó: “Estados Unidos vendrá a dialogar con nosotros cuando tenga un presidente negro y haya en el mundo un Papa latinoamericano”[3]. Algunos de los presentes tomaron estas palabras como una respuesta irónica, porque nadie podía sospechar lo que iba a ocurrir años más tarde. ¿Acaso el presidente Fidel Castro acababa de predecir el futuro? Cuarenta años más tarde se cumplió su “profecía”. El presidente Barack Obama, con la mediación del Papa Francisco, inició el proceso de reconciliación entre Estados Unidos y Cuba. Desde entonces, las redes sociales fueron desbordadas por los comentarios que dieron la vuelta al mundo. Para algunos, quizás Fidel Castro fue un profeta, y para otros se trataría de una falsa profecía sin más o de una mera coincidencia. Tal vez Fidel Castro, sin ser un  adivino, hizo una proyección histórica[4] de los cambios ideológicos y religiosos necesarios que deberían hacerse para que llegase la reconciliación entre Estados Unidos y Cuba. Ana Paula Negri hay duda acerca de la autenticidad de esta frase de Fidel Castro. Ella sostiene que “si se hace una búsqueda en Google de antes de diciembre del año pasado, no se encontrarán resultados. Es llamativo que la anécdota no haya salido a la luz cuando asumió Obama, ni tampoco cuando Bergoglio se convirtió en Francisco, que en teoría convertía al pronóstico en realidad”[5]. Así que Fidel Castro nunca dijo esto, es decir que si fuera una profecía atribuida a Fidel Castro sería más bien una profecía ex eventum. En todo caso es para nosotros una oportunidad para decir algo acerca de la figura del profeta. En este ensayo intentaremos responder a dos preguntas básicas, es decir, por una parte saber quién es el profeta en la Biblia y, por otra parte si fue realmente Fidel Castro un profeta en sentido bíblico.

¿Quién es profeta en la Biblia?

El profeta en el mundo griego según José Luis SICRE[6] es una persona que ha recibido el don de adivinar y de actuar sobre el futuro. En la antigüedad se consultaba al adivino para conocer su futuro o para sacar una interpretación de los acontecimientos. La gente tenía muy claro que los dioses estaban dispuestos a revelar el futuro a condición de consultarlos. Sin embargo, el profeta bíblico por antonomasia que es Moisés nos presenta algo más. “Moisés es un profeta de Dios, que transmite su Palabra, la cual cambia el signo de la historia. Un relato en el que igualmente puede leerse que la llamada de Moisés significa un cambio en su vida: Moisés no es el mismo que era al principio, pues de Dios recibe nueva autoridad y nueva identidad”[7].

El profeta es un mediador entre Dios y los hombres, es un hombre de Dios. En Nm 12,6-8, Dios dice: “Cuando hay entre vosotros un profeta del Señor, me doy a conocer a él en visión y le hablo en sueños; no así a mi siervo Moisés, el más fiel de todos mis siervos. A él le hablo cara a cara; en presencia y no adivinando, contempla la figura del Señor”. Comentando estos versículos, Sicre sostiene que “sueños y visiones son considerados un medio secundario de revelación frente al contacto directo, cara a cara”[8]. En este sentido, el profeta facilita la relación entre Dios y los hombres porque conoce los planes de Dios y los revela a los hombres. Debemos señalar el cambio de perspectiva respecto al mundo griego: con Moisés hemos pasado de una palabra que busca el hombre, a una palabra que Dios envía a los hombres por medio del profeta. En el profetismo bíblico, es Dios quien toma la iniciativa de comunicarse y el profeta escucha y obedece. Estamos ante la realidad de una teofanía en la que el profeta se siente llamado y elegido por Dios para cumplir una misión, la misión de transmitir a los hombres lo que se debe hacer en el momento presente. Esta llamada para una misión nos lleva a hablar de la vocación del profeta.

El profeta es un hombre que recibe su vocación de una teofanía en la cual Dios se comunica con él por medio de visiones o palabras. En el AT tenemos pocos relatos de vocación de profetas. Sin embargo encontramos algunos relatos significativos como el de Samuel, de Isaías, de Jeremías y de Ezequiel. Sin entrar en los detalles del encuentro con Dios, querría resaltar aquí dos momentos claves de la vocación profética: el contacto con Dios y el contacto con el pueblo. Estos dos momentos están marcados por el cambio radical que ocurre en la vida del profeta que estará para siempre al servicio de la Palabra de Dios. Es interesante ver cómo se produce la comunicación entre Dios y el profeta. De hecho, los israelitas en la Biblia tenían la idea de una comunicación directa entre Dios y el profeta que se producía en visiones, sueños o en forma de palabra puesta directamente en boca del profeta. El profeta escucha a Dios, pero también Dios le pone sus palabras en la boca y le hace ver la realidad de forma especial y nueva (visión).  Sicre sostiene que “la vocación es una experiencia que pone al profeta en contacto directo con el pueblo. No es llamado para “gozar de Dios”, sino para realizar una misión ante sus contemporáneos”[9]. Pietro Bovati añade diciendo que ser profeta “no es una cualidad accesoria de la vida del hombre…sino la dimensión esencial de la vida”[10].

El profeta bíblico es un hombre que ve la realidad y denuncia las injusticias. Sicre sostiene que “uno de los aspectos más famosos e importantes del mensaje profético lo constituye su denuncia de los problemas sociales y su esfuerzo por una sociedad más justa”[11]. El tema de la justicia social fue una preocupación en la sociedad antigua del próximo oriente y también del profeta bíblico. El profeta bíblico destaca con su visión de la realidad y su compromiso en la lucha a favor del débil, el oprimido. Encontramos en la Biblia varios ejemplos: Amos en su denuncia socio-económica de la explotación de los pobres en Samaría (Am 2,6-8); Isaías que denuncia la traición de Dios llevada a cabo por los jefes y ricos de Jerusalén que se enriquecen acumulando riquezas cuando el débil se empobrece cada vez más (Is 1,21-26); Miqueas que denuncia las autoridades que “detestan la justicia” y “tuercen el derecho” (Miq 3,9-11); Ezequiel que denuncia la guerra de los ricos contra el pueblo (Ez 22,23-31). Así que la lucha y el compromiso por la justicia, la defensa de la causa del débil constituye un rasgo importante en la figura y el mensaje del profeta bíblico.

El profeta bíblico es un hombre muy enraizado en su sociedad a la que aporta mucho y se enfrenta constantemente. El profeta de corte tenía un papel relevante en la corte del rey de Israel. De hecho, su palabra ponía en juego la vida del rey o de todo el pueblo. El enfrentamiento entre Miqueas y los cuatrocientos profetas de la corte de Israel expresa muy bien la tensión teológica, política y social (Miqueas 2-3). Esta tensión que gira entorno a la cuestión de saber cómo distinguir un verdadero profeta de un falso profeta, lleva a la siguiente pregunta: ¿Quién conoce realmente los planes de Dios? Es la gran pregunta que destaca el relato de 1 Re 22. A esta pregunta el texto de Dt 18, 21-22 propone como criterio de discernimiento el cumplimiento de la profecía para saber si realmente fue de Dios. Si no se cumple esto quiere decir que fue una falsa profecía. En Jr 28, 7-8 encontramos un segundo criterio, es decir que el profeta más pesimista o profeta de calamidades es el verdadero profeta. Pero estos dos criterios no sirven realmente para una toma de decisión inmediata por parte del rey que debe escuchar al verdadero profeta. Por cierto es muy difícil distinguir el verdadero profeta del falso cuando los dos pretenden conocer los planes de Dios.

¿Fue Fidel Castro un profeta bíblico?

Fidel Castro tenía ciertamente una visión muy clara de los cambios políticos y religiosos que se necesitaban para que se hiciera la paz entre Estados Unidos y Cuba. La llegada al poder de un presidente afro-descendiente en el país más poderoso del mundo y la elección de un Papa latinoamericano es sin duda una manifestación visible del cambio profundo que nuestro mundo ha conocido estos últimos cuarenta años. Así que, teniendo en cuenta que se puede atribuir una profecía a un profeta sin sea el verdadero autor de la profecía, podemos decir que Fidel Castro fue un profeta en sentido bíblico en la medida que tuvo una visión acertada de la realidad y comunicó su visión a la sociedad. Además, según el criterio de Dt 18, 21-22, se cumple la profecía que se atribuye a Fidel Castro, por tanto vendría de Dios. Otro dato de la vida de Fidel Castro destaca que fue un líder de la Revolución cubana que apostó por los pobres en su denuncia de las injusticias y la lucha contra la explotación de los pequeños. De hecho Fidel Castro afirmó que “una de las características de nuestra Revolución es que suprime el robo, la malversación y la corrupción. Si la Iglesia decía: “amar al prójimo como a ti mismo”, eso es, precisamente lo que nosotros predicábamos (…).”[12]. Sin embargo, no tenemos datos suficientes acerca de la vida de Fidel Castro como para afirmar el carácter vocacional de su profecía y de su compromiso social a favor de los más pobres.

Pitti Djida Alain SJ

 
[1] Anécdota recogida por el periodista y escritor argentino Pedro Jorge Solas en una de sus publicaciones: Cuba atraviesa tiempos de cambios: ¿El fin del bloqueo?, en la revista EL DIARIO DE CARLOS PAZ, 10 de Marzo de 2015.
[2] David Ruiz, Fidel Castro, en 1973: "Estados Unidos dialogará con Cuba cuando tenga un presidente negro y haya un Papa latinoamericano", artículo publicado en LAVANGUARDIA el 23 de Julio de 2015, Barcelona.

[3] Ibid.

[4] Comentario de Octavio Rodríguez sobre un artículo de la revista 14 Y Medio publicado en su página web http://www.14ymedio.com/nacional/prediccion-Fidel-Castro-Obama-Francisco_0_1821417849.html, 24 de Julio de 2015.

[5] Ana Paula Negri, ¿Una profecía, un chiste o una casualidad?http://www.mendozapost.com/nota/14888-al-final-la-profecia-de-fidel-castro-era-falsa/

[6] J. L. SICRE, Introducción al profetismo bíblico, Verbo Divino, Estella (Navarra) 2011, p. 36.

[7] E. SANZ GIMÉNEZ-RICO, El profeta y la palabra profética, Sal Terrae 101 (2013) 577-589.

[8] Ibid, p. 47.

[9] Ibid, p. 78.

[10] P. BOVATI, «Così parla il Signore». Studi sul profetismo bíblico, Centro Editorial Dehoniano, Bologna 2008, p. 87.

[11] J. L. SICRE, Introducción al profetismo bíblico, Verbo Divino, Estella (Navarra) 2011, p. 395.

[12] Fragmento sacado de la revista CUBA DEBATE: Fidel habla de religión (Fragmentos) del 7 de abril de 2005. Cita extraída del libro de Frei Betto, FIDEL Y LA RELIGIÓN, 1985.

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